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Los Agustinos y la devoción popular, en Semana Santa
Durante la Semana Santa, muchas cofradías salen a la calle para expresar la devoción popular. Las imágenes que procesionan representan los momentos más importantes de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Repasamos la historia de algunas confradías vinculadas con la familia agustiniana.
Semana Santa es el tiempo en el que las hermandades y cofradías viven los días más intensos del año. Ahora bien, su trabajo va más allá de las procesiones y se prolonga durante todo el año.
En este sentido, algo que solía pasar desapercibido, era la labor social que realizaban y el compromiso de formación de sus integrantes. Por eso, desde hace un tiempo, se está haciendo un gran esfuerzo por dar a conocer todas sus actividades.

A continuación, se mencionan algunas de las hermandades y cofradías que, a lo largo de su historia, han tenido relación con comunidades agustinas.
Cofradía penitencial del Apóstol Santiago de Bilbao
La Cofradía lleva setenta y cinco años procesionando en la Semana Santa bilbaína y este año celebran su aniversario. Por esto, se han programado una serie de actos que comenzaron el pasado 30 de diciembre, con la Eucaristía del Aniversario de la fundación.
Cabe destacar que, desde el año 1977, la cofradía tiene su sede en la Parroquia de San José de la Montaña, que atienden los Padres Agustinos. Por lo tanto, ya son 45 años los que lleva la cofradía integrada en la comunidad parroquial agustiniana.
A partir del año 1979, la Cofradía Penitencial del Apóstol Santiago de Bilbao, organiza la procesión del Sábado Santo de la Semana Santa bilbaína. Dicha procesión se denomina actualmente como la Procesión de la Esperanza. En la imagen de la noticia se pueden apreciar los integrantes de la cofradía.
Hermandades agustinianas de Huelva
El vínculo de las hermandades y cofradías con la espiritualidad agustiniana se remonta a los primeros años del S. XX. En el año 1916, los agustinos de Huelva fundan, con una imagen de Nuestra Señora de la Consolación, la Archicofradía de Nuestra Señora de la Consolación. Dicha imagen procedía del Convento de las Madres Agustinas. Posteriormente, en el año 1922, se incorpora a la hermandad un nuevo titular, el Santísimo Cristo de la buena Muerte.

Hoy, después de cien años, es la agustiniana Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Madre de Consolación y Correa en sus Dolores. Tiene su salida el Jueves Santo del Convento de las Madres Agustinas, y los religiosos son los directores espirituales de esta hermandad. El religioso agustino, P. Emilio Rodríguez, señala que es una hermandad con unas advocaciones muy entrañables. Siempre ha estado muy vinculada a la Orden de San Agustín y a la comunidad de religiosas agustinas que residen en Huelva.
También hay que mencionar la Hermandad de Jesús Cautivo y Nuestra Madre de Consolación y Gracia, en la parroquia de Aljaraque. Sale el Sábado de Pasión por la tarde, desde la iglesia de San Agustín, del municipio de Aljaraque. Es una hermandad nueva, constituida hace cuatro años y muy unida a los agustinos.
Además, en la Parroquia Nuestra Señora de los Remedios de Aljaraque, está la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santísima Virgen de los Dolores. Y sale el Viernes Santo desde la parroquia.
Otra hermandad, cuya historia está unida a los agustinos, es la Hermandad de Jesús Cautivo y Nuestra Señora de las Mercedes. Esta sale el Jueves Santo de la Parroquia de Nuestra Señora Reina del Mundo de Corrales.
El P. Emilio destaca que, la relación de los agustinos con estas cuatro hermandades, es muy importante: «Participamos en todos los actos y procesiones que organizan a lo largo del año. Durante la Semana Santa vivimos con gozo e ilusión estos días en los que las imágenes de los santos titulares salen en procesión».
Hermandades agustinianas en Sevilla
En la Archidiócesis de Sevilla hay que mencionar a la Archicofradía Sacramental de San Roque y al Santo Crucifijo de San Agustín, titular de la Hermandad de San Roque, y que ha sido durante mucho tiempo principal devoción en Sevilla.

La imagen original del Cristo fue encontrada en 1314 por un pastor, en una acequia del Campo de los mártires. Desde ahí se trasladó al convento de San Agustín, por ser el sitio más próximo. Allí obró muchos milagros y se convirtió en centro de la piedad popular. El prodigio más memorable que se le atribuye es del año 1649, cuando acabó con la terrible epidemia de peste que esquilmaba el vecindario. Los sevillanos, en agradecimiento, llevaron la imagen el 2 de julio a la catedral, día en el que comenzó Sevilla a recobrar la salud.
En el siglo XIX los religiosos agustinos fueron expulsados de su convento, legando a la Parroquia de San Roque el Santo Crucifijo de San Agustín. En este siglo, el Cristo de San Agustín procesionó de diversas formas: en solitario, con la Magdalena a sus pies, con la imagen de la Virgen y San Juan. Incluso, en alguna ocasión, llego a ir acompañado de una centuria de armados. El Miércoles Santo de 1826, la Virgen de Gracia llevaba como novedad la corona y la saya bordada.
El actual Crucificado es obra de Agustín Sánchez Cid (1944), réplica del desaparecido en el incendio de 1936, que databa de la primera mitad del siglo XIV. Desde 1990 la Hermandad de San Roque tiene concedido el título y la advocación del Santo Crucifijo de San Agustín.
Hermandad Agustina de Alicante

El Colegio San Agustín de Alicante es sede de la Hermandad Agustina de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, en la que están implicados profesores y exprofesores, trabajadores del colegio, alumnos de todos los cursos y edades, y familiares de los mismos. El Lunes Santo es el día en que salimos en procesión por el centro histórico de Alicante, con tres pasos: el de Jesús Despojado, la de Nuestra Señora del Amor y del Buen Consejo, y una Cruz procesional reservada para se llevada por alumnos y alumnas a partir de 2° de ESO (los menores la acompañan, también con sus trajes de cofrades). Los tres salen de lugares diferentes, y se encuentran en la plaza de la Concatedral de San Nicolás, donde realizan una hermosa ceremonia de encuentro antes de ingresar en el templo para la bendición final. El año pasado 2022 se retomó esta hermosa y premiada tradición tras la pandemia, en la que el colegio entero se vuelca participando directamente, o como público. Este año, el alcalde de la ciudad participó en la procesión, muy popular en toda la ciudad.